Tarea 3° A enredar los cuentos

A ENREDAR LOS CUENTOS

Gianni Rodari (Italia, 1920-1980)

-Érase una vez una niña que se llamaba Caperucita Amarilla.
-¡No, Roja!
-¡Ah!, sí, Caperucita Roja. Su mamá la llamó y le dijo: “Escucha, Caperucita Verde...”.
-¡Que no, Roja!
-¡Ah!, sí, Roja. “Ve a casa de tía Diomira a llevarle esta piel de patata”.
-No: “Ve a casa de la abuelita a llevarle este pastel”.
-Bien. La niña se fue a un sitio poblado de árboles y matas y se encontró un mamífero rumiante, indígena de África, de cinco metros de altura, cuello largo y esbelto, las extremidades abdominales bastante más cortas que las torácicas, con lo que resulta el cuerpo más bajo por detrás; cabeza pequeña con dos cuernos poco desarrollados, y pelaje de color amarillento con manchas leonadas.
-¡Qué lío! Se encontró a un mamífero carnicero de un metro aproximadamente desde el hocico hasta el nacimiento de la cola, y de seis a siete decímetros de altura hasta la cruz, pelaje de color gris oscuro, cabeza aguzada, orejas tiesas y cola larga con mucho pelo, no un mamífero rumiante, indígena de África, de cinco metros de altura, cuello largo y esbelto, las extremidades abdominales bastante más cortas que las torácicas, con lo que resulta el cuerpo más bajo por detrás; cabeza pequeña con dos cuernos poco desarrollados, y pelaje de color amarillento con manchas leonadas.
-Y el mamífero carnicero de un metro aproximadamente desde el hocico hasta el nacimiento de la cola, y de seis a siete decímetros de altura hasta la cruz, pelaje de color gris oscuro, cabeza aguzada, orejas tiesas y cola larga con mucho pelo le preguntó: “¿Cuántas son seis por ocho?”.
-¡Qué va! El mamífero carnicero de un metro aproximadamente desde el hocico hasta el nacimiento de la cola, y de seis a siete decímetros de altura hasta la cruz, pelaje de color gris oscuro, cabeza aguzada, orejas tiesas y cola larga con mucho pelo le preguntó: “¿Adónde vas?”.
-Tienes razón. Y Caperucita Negra respondió...
-¡Era Caperucita Roja, Roja, Roja!
-Sí. Y respondió: “Voy al sitio público destinado permanentemente, o en días señalados, para vender, comprar o permutar bienes o servicios a comprar salsa de tomate”.
-¡Qué va!: “Voy a casa de la abuelita, que está enferma, pero no recuerdo el camino”.
-Exacto. Y el caballo dijo...
-¿Qué caballo? Era un mamífero carnicero de un metro aproximadamente desde el hocico hasta el nacimiento de la cola, y de seis a siete decímetros de altura hasta la cruz, pelaje de color gris oscuro, cabeza aguzada, orejas tiesas y cola larga con mucho pelo.
-Seguro. Y dijo: “Toma el tranvía número setenta y cinco, baja en la plaza de la Catedral, tuerce a la derecha, y encontrarás tres peldaños y un instrumento aceptado como unidad de cuenta, medida de valor y medio de pago en el suelo; deja los tres peldaños, recoge el instrumento aceptado como unidad de cuenta, medida de valor y medio de pago y cómprate un pastilla masticable aromatizada, que no se traga, de textura semejante a la goma.
-Tú no sabes contar cuentos en absoluto, abuelo. Los enredas todos. Pero no importa, ¿me compras una pastilla masticable aromatizada, que no se traga, de textura semejante a la goma?
-Bueno, toma el instrumento aceptado como unidad de cuenta, medida de valor y medio de pago.
Y el abuelo siguió leyendo el periódico.

 

El diamante "Neptuno"

Había una mansión en el meollo de Aranjuez, cerca de Barcelona, donde vivía un hombre, el señor Patricio. Le gustaba coleccionar joyas, y cuenta, entre su colección con el diamante más grande y barato del mundo: el diamante Neptuno.

En la mansión vivía el señor Patricio con su mujer, Mercedes, y a su cargo tenía muchas personas que trabajaban allí. Éstos se quejaban de los tratos que los señores les daban.

Cierto día, cuando el señor Patricio se fue de viaje de negocios en barco a Sevilla, alguien sustrajo el diamante. La señora Mercedes al darse cuenta que la caja fuerte del despacho estaba abierta y sin el diamante, llamó a su marido y volvió rápidamente.

Antes de llamar a la policía, el señor Patricio quería averiguar lo ocurrido por él mismo y para ello reunió en el salón a todos los trabajadores de la mansión e incluso a su mujer. El señor Patricio enfrente del jardinero, la asistenta, el mayordomo y su mujer expuso lo ocurrido.

Cualquiera de los presentes podría ser el ladrón porque estaban descontentos con los tratos del señor hacia ellos, incluso su mujer que no tenían una buena relación.

El señor Patricio se enteró que la asistenta estuvo más tiempo de lo habitual en el despacho limpiando, que el mayordomo se paseaba con bastante frecuencia por allí, que su mujer se quedó dormida leyendo en el lugar del robo, y por último el jardinero que tenía problemas económicos.

El señor Patricio tenía muchas dudas, ya que cualquiera de ellos podría haber sido el ladrón, entonces se puso a investigar el lugar del robo y se dió cuenta...

ACTIVIDADES 

- Crear dos finales para el relato.

- Buscar en el diccionario palabras que no se entiendan y escribir una frase con cada uno de ellas.

- Encontrar los "gazapos" que haya en el relato y explicarlo.

- Dibujo relacionado con el robo. Se realizará en un documento Word que se entregará al profesor.

Diego Ferrera 

Final 1: Que el ladrón era el mismo. Todos se sorprendieron mucho al ver que él era el ladrón porque antes de irse a Sevilla le cogió para que no haya ningún robo pero se pensaban que sí.

Final 2 Que fue la mujer porque era una impostora, la de verdad, estaba en mi trastero. Se escapó y a mi vecino se le cayeron las tijeras de podar en su pie y le curaron, después fue a la cárcel.

Gazapos:

Aranjuez está en Madrid, no cerca de Barcelona.

Los diamantes son caros no baratos.

Palabras raras:

Sustrajo: Extraer.

                                                                          

Hola Diego. Me ha parecido muy interesante y creativos los finales que has puesto para la historia de "El diamante Neptuno", me ha gustado mucho. Te falta un gazapo y te doy una pista: ¿Cómo irías de viaje a Sevilla?
En cuanto a las palabras que desconoces, fíjate en el primer y cuarto párrafo, y mira si entiendes todas las palabras.

No he puesto tu dibujo en el blog porque no se ve, aunque quería ponerlo porque me ha gustado.
Por lo demás muy buen trabajo Diego, y sigue así. Espero tu correción pronto.

Iván 

1. Final

….   de que fueron todos, porque se encontró huellas que llevaban a una habitación secreta, donde se encontraba el diamante valiosísimo, pero tenía  una trampa con rayos láser que como lo tocara un poco ya sonaba la alarma, la paso victorioso, y cuando se decidía a coger el diamante Neptuno, le salta una bola de piedra que casi  le mata pero sobrevivió.

2. Final

….  que el diamante  Neptuno se había caído, el señor Patricio estaba  preocupado  porque creía  que había perdido esa joya tan cara de su colección. Cuando vio algo brillar en el patio entre unos matorrales, decidió ir a ver que era y cuando se acerco  se encontró ¡EL  DIAMANTE  NEPTUNO ¡ .Resultó que la asistenta se asustó con un ronquido de la señora dando un golpe al diamante que salió despedido ,directo al patio.

Palabras que no entiendes

Meollo: Vino Felipe y se metió en el meollo de la fiesta; Meollo: Lo principal y esencial de algo

Mayordomo: El mayordomo sirvió la comida a los invitados;  Mayordomo: Criado principal a cuyo cargo está el gobierno económico de una casa o hacienda.

Gazapos

No puede ser que Aranjuez este cerca de Barcelona: seria que Aranjuez está cerca de Madrid.

No puede ser que el diamante más grande sea el más barato: tendría que ser el más caro.

No se puede ir de Aranjuez a Sevilla en barco: porque  no hay mar  se tendría que ir en coche o avión.

Hola Iván. En cuanto a tus finales sobre la historia, me ha parecido muy originales e imaginativos, me ha gustado mucho. Los gazapos has encontrado todos los que había asi que muy bien Iván. Las palabras que no entiendes, he puesto otras dos que se encuentran en el tercer y cuarto párrafo, y pensaba que mayordomo lo sabrías.

Decirte que me ha sorprendido tu dibujo del diamante hecho en Word, esta muy bien hecho. No lo he puesto porque no podía copiarlo.

Por lo demás muy buen trabajo Iván, y sigue así. Espero tu correción pronto.


Bueno, ahora voy a poner mi final de la historia.

Don Patricio se dió cuenta de que todo era un sueño cuando de repente se cayó de la cama y se despertó. Era el día que se tenía que ir de viaje a Sevilla, entonces por precaución hizó caso a la premonición que tuvo, cogió el diamante y se lo llevo con él. Nadie lo robó, tenía miedo de que le robasen el diamante más caro del mundo y por eso lo soñó.